El término cliffhanger hace referencia a una técnica narrativa utilizada para contar historias en todos los formatos que existen y a través de cualquier medio narrativo: guiones, novelas, cuentos, publicidades, entre otros.
Sembrar la semilla de la duda en los lectores en relación con la temática que se está tratando en la narración es una llamada, una invitación a leer nuevo contenido que devele la intriga suscitada.
En prácticamente todos los materiales audiovisuales podemos encontrar la técnica de cliffhanger; principalmente, en el final de los capítulos de las series o incluso en el cierre de las distintas temporadas. Sin embargo, esta técnica también puede aplicarse en un sinfín de escenarios: artículos, correos electrónicos, publicaciones en redes sociales, etc.
En este artículo aprenderás qué es un cliffhanger y cómo puedes utilizar este recurso dentro de tu estrategia de Inbound Marketing para mantener un nivel elevado de interacción con tus leads, prospectos y clientes.
¿Qué son los Cliffhangers?
Un cliffhanger es un recurso narrativo que se utiliza al final de un relato para generar en las personas una fuerte expectativa de resolución o desenlace.
La idea de dejar con la intriga a un espectador es un concepto muy antiguo que podemos encontrar a lo largo de la historia en infinidad de textos literarios.
Un ejemplo claro es el de la obra Las mil y una noches. Allí Scherezade utilizaba este mecanismo cada noche para contarle historias al rey, dejarlo con la intriga y evitar ser ejecutada.
Podemos traducir la palabra cliffhanger como «colgado de un precipicio» o «al borde del abismo». El término apareció por primera vez en el diccionario de Oxford en 1937. Su origen se remonta a la novela inglesa A pair of blue eyes, de Thomas Hardy, que se publicaba por entregas. Hacia el final de una de ellas, el autor decidió dejar colgado al protagonista al borde de un acantilado, y esa escena dio nombre a este recurso tan popular.
En la década de 1970, la televisión norteamericana presentó la serie Batman. Eran tantos los capítulos que finalizaban con un personaje al borde de un precipicio que el concepto de cliffhanger volvió a cobrar notoriedad.
Hoy en día, es posible encontrar esta técnica en la prensa escrita tanto en el cuerpo de las noticias como en los titulares. Los cliffhangers se utilizan en narraciones de todo tipo, se aplican en múltiples formatos y funcionan como gancho para generar tensión y mantener la atención de la audiencia.
¿Para qué sirve un Cliffhanger?
Este recurso sirve para atraer la atención del lector o del espectador, y crearle expectativas para que busque un contenido posterior con la respuesta o el desenlace.
No existe una longitud estimada para crear un cliffhanger. Puede ocupar un capítulo entero, un epílogo o simplemente ser una frase. El objetivo es que el protagonista se encuentre ante una encrucijada que debe resolverse.
Ahora bien, como mencionamos antes, un cliffhanger puede ser una imagen, una acción o tan solo una frase; esto depende del tipo de historia que se esté contando y del medio de comunicación que se elija para su difusión. Existen dos requisitos que una acción debe cumplir para considerarse un cliffhanger:
- Una acción queda inacabada. Los protagonistas quedan en medio de un conflicto o problema cuya resolución genera suspenso.
- Sucede antes de una pausa en la narración. Puede ser una pausa corta, como un corte comercial o el final de un capítulo. Se utiliza también en la actualidad para los finales de temporadas de series.
Los cliffhangers se utilizan en narraciones de todo tipo, se aplican en múltiples formatos y funcionan como gancho para generar tensión y mantener la atención de la audiencia.
¿Cómo ayudan los Cliffhangers a tu estrategia de contenidos?
Así como la técnica de cliffhanger se aplica en todo tipo de historias, también puede utilizarse en tu estrategia de contenidos.
Dejar puntos abiertos de manera consciente en una entrada de blog o en un artículo es un gancho efectivo para mantener el interés de tus lectores. Esto funciona también para el contenido audiovisual de tu marca. Conoce algunas de las razones por las que te conviene aplicar cliffhangers a tus contenidos:
- Mejora la atención de los lectores. Hoy en día, la atención de los lectores es limitada: los usuarios buscan respuestas rápidas y textos fáciles de digerir. Dejarlos con dudas los invita a seguir recorriendo tu sitio web en busca de más respuestas.
- Fomenta la lectura de entradas. Una publicación incompleta puede retomarse con información más completa que la versión anterior. Un ejemplo es el caso de los e-books descargables, que funcionan como complemento informativo y son más completos que un artículo de tu sitio web.
- Engancha al lector y permite crear seguidillas de publicaciones. Puedes avisar a los lectores que se trata de una serie de contenidos. Esta serie puede abordar una temática de forma más amplia y profunda en diversos posts.
- Se consigue más interacción. Los comentarios de los usuarios pueden aportar valor al contenido. De esta forma, los visitantes se sienten motivados a dejar sus apreciaciones.
- Se reciben enlaces de otros sitios. Si tratas una temática que genera interés y dejas puntos abiertos, será posible sumar información mediante otros sitios de autoridad a través de links.
- Crea curiosidad. La curiosidad es una de las armas más potentes del marketing: no contar todo es una forma efectiva de crear interés. Aprovecha esta táctica para generar visitas recurrentes.
- Aumenta el número de suscriptores. La intriga es un potente generador de conversiones. Anima a tus lectores a suscribirse a cambio de la información que están buscando.
- Genera suspenso. Cuando un espectador o un lector está implicado en el desarrollo de la trama y se interesa por los personajes, querrá siempre saber el desenlace de cualquier conflicto.
- Da continuidad a la historia. Los cliffhangers permiten enlazar unos episodios con otros y unir las narraciones.
¿Por qué funcionan los Cliffhangers?
El recurso de los cliffhangers ha servido como medio de atracción y de contención de las audiencias en el pasado. Hoy en día es un mecanismo que se utiliza a nivel masivo y con el que se puede mantener en vilo a millones de espectadores. Ahora bien, ¿por qué funcionan los cliffhangers?
El cerebro está diseñado para desear historias completas; por lo tanto, la falta de un final crea insatisfacción. Esto sucede gracias a un efecto psicológico ante lo inconcluso: el efecto Zeigarnik.
Este efecto fue denominado con este nombre gracias a la investigadora soviética Bluma Zeigarnik, quien descubrió que las personas tienen la tendencia a recordar mejor las tareas inconclusas o pendientes que aquellas que ya se realizaron.
En 1927, la investigadora publicó un estudio en el que voluntarios debían realizar una serie de ejercicios matemáticos y resolver adivinanzas, entre otras actividades. Durante el estudio se los interrumpía antes de finalizarlas. El 90% de los voluntarios prefirió quedarse hasta concluir todos los ejercicios.
Finalmente, se demostró que los participantes podían recordar mejor las tareas que no habían podido completar a causa de la interrupción que aquellas que habían concluido satisfactoriamente.
El cerebro está diseñado para desear historias completas; por lo tanto, la falta de un final crea insatisfacción. Esto sucede gracias a un efecto psicológico ante lo inconcluso: el efecto Zeigarnik.
Ejemplos de Cliffhangers
Las personas están acostumbradas a los ciclos y a los cierres. Las historias inconclusas o los chistes sin remate dejan a los individuos con cierta incomodidad. Sin lugar a dudas, el efecto Zeigarnik es utilizado en el cine, en la literatura y en las series debido al efecto de dependencia que genera una resolución inconclusa en el espectador.
Si quieres captar la atención de las personas a través de historias, es esencial saber cómo responde el cerebro a esta clase de recursos y de estímulos. Para ejemplificar más detalladamente los cliffhangers, analicemos el caso de Netflix.
Netflix es uno de los ejemplos actuales más claros de la utilización de cliffhangers. El formato de serie con diversas temporadas ha logrado llegar y enganchar a todo tipo de audiencias alrededor del mundo. Esto sucede en gran parte por la aplicación de cliffhangers, a través de cabos sueltos y de finales inconclusos.
¿Cómo usar los Cliffhangers?
Para aprender a utilizar cliffhangers, veremos a continuación cuáles son las partes que conforman la estructura de toda narración.
Introducción
La introducción es la presentación general de los personajes y de la trama. Es la historia previa a la aparición de los protagonistas en el argumento.
Desarrollo o Nudo
En esta etapa comienzan las acciones. Los personajes se ven involucrados en situaciones hostiles. Aquí se desarrolla una evolución moral o física del personaje, que busca la forma de solucionar el problema y recobrar la normalidad.
Clímax
El clímax es parte del desarrollo de la narración. En esta fase, el conflicto expuesto llega a su máxima expresión y a su resolución, que puede ser positiva o negativa. El clímax es la clave del cliffhanger por excelencia: debe ser verdadero y lógico, y debe atenerse a relaciones de causa y efecto con los hechos anteriores.
En esta fase ya no hay retorno: el clímax debe resolver la pregunta que se realizó en el comienzo de la trama y que se ha desarrollado a lo largo de la historia. Es el punto más álgido de la narración y en donde se genera la máxima tensión en la audiencia.
El cliffhanger tiene que ser un componente narrativo que implique un cambio de dirección en la historia sin resolver, dejando la acción inconclusa para retomarla posteriormente (tras una pausa, en el próximo episodio, en la siguiente temporada, etc.).
El clímax y el cliffhanger están íntimamente relacionados: este último se utiliza como corte en el momento de máxima tensión, que normalmente tiene lugar en la etapa más álgida de la narración.
Desenlace o resolución
Sucede luego de la resolución del conflicto. Es la calma tras el clímax, cuando ya se han resuelto las dudas y atado todos los cabos.
Hay que tener en cuenta que cuanto más dure la pausa entre las partes, más fuerza debe tener el cliffhanger. Es mucho más difícil mantener a un espectador en vilo durante muchos meses a la espera de una temporada que unos días hasta que se emita un próximo episodio.
Hay que usar conscientemente los cliffhangers y no como recurso frecuente. Si se realizan permanentemente y de forma previsible, la audiencia puede perder el interés. Los cliffhangers deben resolverse adecuadamente para no decepcionar a los espectadores.
El cliffhanger tiene que ser un componente narrativo que implique un cambio de dirección en la historia sin resolver, dejando la acción inconclusa para retomarla posteriormente.
Recursos para desarrollar Cliffhangers
No existe una única estrategia para el uso de cliffhangers. Pueden utilizarse entre episodios o dentro de un mismo capítulo. Su inclusión dependerá de la complejidad de la trama de la serie y del interés por mantener en vilo a la audiencia.
Podemos clasificar los cliffhangers de dos formas:
- Interepisódica. Es la forma más utilizada y se encuentra al final de un capítulo o de una temporada para enlazarlo con la siguiente entrega.
- Intraepisódica. También denominado hook «gancho», se ubica dentro de un episodio. Funciona para enlazar dos actos diferentes. En las series televisivas, suele encontrarse antes de la pauta publicitaria.
Si bien se trata de un elemento sorpresa para tu audiencia, el cliffhanger puede introducirse poco a poco en una historia para que sea creíble en el momento en que suceda. La narrativa tiene que avanzar en un ritmo creciente e ir potenciando la emergencia de la situación.
Conoce a continuación cuáles son las herramientas narrativas que se deben tener en cuenta para el diseño de los cliffhangers.
Escenas anticipadoras
Se trata de pequeñas pistas que vas brindando al espectador sobre lo que va a suceder. Son muy importantes para lograr impacto con el cliffhanger.
En la serie Game of Thrones, por ejemplo, se habla en muchas ocasiones de dragones que ya no viven. En este caso, el autor fue introduciendo de forma sutil toda la información relacionada con ellos para que, llegado el momento, creas la historia.
Información clave
Tiene que ver con la información que cambia toda la historia. Debe estar bien definida, porque no se puede improvisar con los cliffhangers: es necesario que sean datos vitales para los protagonistas.
El obstáculo y el dilema
El cliffhanger, por lo general, supone un nuevo problema para el protagonista. Suele tratarse de un dilema ético con el que se pueden abrir nuevos y desconocidos universos para tu personaje. Esto provocará desasosiego y disyuntivas que deberán solucionarse en la siguiente entrega.
¿Cómo utilizar Cliffhangers en marketing?
Ahora que hemos profundizado en las características y en la estructura de los cliffhangers, compartiremos algunas buenas prácticas para aplicarlos a los contenidos de tu estrategia de marketing.
Los cliffhangers pueden hacer que tus contenidos sean más creativos y atractivos.
Cliffhangers en publicaciones de blog
Así como puedes utilizar cliffhangers al final de un libro para anticipar una secuela, también puedes hacerlo en tus publicaciones de blog con el objetivo de mantener a tus lectores enganchados.
No tienes que aplicar el recurso en todas tus páginas: esto se volverá agotador para tus lectores. Cuando una temática puede tratarse en profundidad, puedes generar intriga terminando un artículo con una línea que muestre el contenido del próximo.
Recuerda que la clave de toda estrategia de contenidos es ofrecer información relevante, por lo que un buen cliffhanger podría ser una frase que invite a conocer información que complemente la que se brindó en un primer artículo:
Ejemplo: ”Aprende cómo implementar estas estrategias y aprovecharlas al máximo en el siguiente artículo”.
Si estás escribiendo sobre un tema complejo, puedes dividir las publicaciones en una serie. Al final de cada publicación, puedes abrir un canal de diálogo para que los lectores hagan preguntas y luego generar contenido a partir de esta nueva información.
Cliffhangers en e-mail marketing
Si envías newsletters por correo electrónico, puedes utilizar cliffhangers para aumentar la tasa de apertura y la interacción.
Si compartes enlaces de las publicaciones de tu blog en tus correos electrónicos o en otros medios, puedes adelantar un recurso que se esté creando sobre la temática. Los lectores que están interesados seguramente volverán a acceder a tu contenido cuando aparezca en su bandeja de entrada.
Cliffhangers para lanzamiento de producto
Los cliffhangers son un recurso muy utilizado para generar entusiasmo en el público cuando se va a lanzar al mercado un nuevo producto o servicio.
Es una forma muy efectiva para los cursos en línea. Se crea una serie de videos que se difunden como capacitación gratuita y se envían por correo electrónico. Estos videos presentan diferentes problemas, cuyas soluciones se van encadenando a la siguiente entrega.
El último video de la serie suele ser un seminario con el argumento de venta final del producto.
Conclusiones
Los cliffhangers son recursos muy útiles para la narración de historias. Buscan generar tensión y emoción en la audiencia, y producen una suerte de necesidad imperiosa de saber la resolución de los conflictos que se presentan como inconclusos.
La incertidumbre provoca múltiples dudas y preguntas en el público acerca de cómo continuará la trama. Podemos decir que el cliffhanger es una especie de cebo argumental que garantiza que la audiencia se mantenga enganchada con el relato.
El secreto de un buen cliffhanger no radica en crearlo, sino más bien en resolverlo de forma satisfactoria. Es clave ser muy honesto con este recurso, ya que implica una promesa hacia el público con la que se debe cumplir.
No funciona crear un gran suspenso para luego resolverlo de forma forzada o redundante. En la era de la producción de contenidos para plataformas on demand, se comete muchas veces el error de no cumplir con las expectativas generadas.
Esta ha costado la cancelación de numerosas series que no han sabido cómo resolver de forma certera sus propios cliffhangers.
Al igual que en las series de televisión, en marketing también es fundamental cumplir con las promesas que se realizan: si vas a generar expectativas con un e-book descargable, es imprescindible que este cuente con contenido relevante y de calidad para la persona que lo descarga.
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